Terapia: el lugar donde todo tiene cabida

💭 "¿Será una tontería contar esto?", "¿Qué pensará de mí si lo digo?", "No sé ni por dónde empezar…"

Es normal que cuando empiezas terapia tengas dudas sobre qué temas puedes compartir o incluso sentirte raro/a hablando de algunas cosas. Pero aquí va un recordatorio importante: en terapia, TODO tiene cabida.

✨ Puedes hablar de…

• Eso que no le cuentas ni a tu mejor amigo/a porque te da vergüenza.

• Lo que repites mil veces en tu cabeza antes de dormir.

• Los pensamientos que te asustan, aunque no tengan "sentido".

• Los conflictos con tu familia, pareja o amigos que no sabes cómo manejar.

• Los momentos en los que sientes que no puedes más (o incluso cuando sientes que deberías poder con todo).

• Esa situación que pasó hace años pero aún te remueve.

• Las expectativas, dudas y miedos que tienes sobre ti mismo/a o tu futuro.

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🤝 Tu terapeuta no está ahí para juzgarte. Está ahí para acompañarte, escucharte y ayudarte a ponerle palabras y sentido a todo lo que llevas dentro.

🎯 Si hay algo que te cuesta decir, eso es especialmente valioso. Porque en terapia lo difícil también es bienvenido. Hablarlo puede ser un primer paso para comprenderte mejor y liberarte de aquello que te pesa.

💡 Recuerda: no hay temas "tontos", ni pensamientos "malos". Todo lo que traigas a terapia es parte de ti, y merece ser atendido con cuidado y respeto.

¿Qué le dirías a tu psicóloga si no te diera miedo decirlo? 🌀